Día 1º.- Vuelo Madrid – Windhoek.
Noche en vuelo.
Día 2º.- Llegada a Windhoek, capital de Namibia.
Tarde libre para conocer este enclave, herencia colonial, que parece más una pequeña ciudad alemana surgida en pleno cono sur africano.
Cena de bienvenida en el restaurante más conocido y animado de Windhoek, el Joe`s Beer House.
Alojamiento en Hotel Roof of Africa.
Día 3º.- Comienza el safari y en nuestros vehículos 4×4 iniciamos ruta hacia el norte.
A unas 3 horas de Windhoek está situada la Reserva privada de fauna de Erindi. 70.000 hectáreas para recorrer sus pistas a la búsqueda de leones, jirafas o leopardos.
Alojamiento en Erindi Elephant Camp, chalet. Pensión completa.
Día 4º.- Safari en Erindi Private Reserve.
Además de realizar nuestros propios “game drives”, esta vez vamos a participar en una actividad junto con los responsables de conservación de la Reserva, mediante el sistema de “Telemetry tracking”, un seguimiento de los animales marcados con collar de radiotransmisión (guepardos, leopardos, leones, perros salvajes e incluso pangolín).
Después de la comida, continuamos ruta hacia el norte, para llegar al conocido Etosha National Park.
Dormiremos en el campamento central del parque, Okaukuejo, para así tener acceso a su charca iluminada por la noche, todo un espectáculo, por la que pasarán, con mucha probabilidad, desde rinocerontes a elefantes.
Cena y Alojamiento en Bush Chalet Okaukuejo Resort.
Día 5º.- Día completo de safari en Etosha National Park.
A lo largo de la gran laguna seca de Etosha recorridos en nuestros 4×4 para localizar animales.
Para poder ampliar nuestro ámbito de acción, esta noche la pasaremos en el
Campamento de Namutoni.
Cena y alojamiento en Bush Chalet, Namutoni Resort.
Día 6º.- Continuamos ruta hacia la frontera con Angola, en Santa Clara.
Trámites fronterizos, que a buen seguro no serán fáciles ni rápidos. Los funcionarios angoleños todavía no están muy acostumbrados a recibir turistas, y “sufriremos” la conocida burocracia africana, pese a que llevaremos el previsado online.
Una vez en Angola, todavía durante dos días sorprendentemente disfrutaremos todavía de una buena carretera asfaltada, tiempo habrá de experimentar pistas difíciles.
Conducimos hasta la localidad de Lubango.
En esta zona, pese a estar ya un poco más desarrollada, comenzaremos a ver individuos de la tribu Muhila, que habitan a pocos kilómetros de la carretera.
Hotel en Lubango. Pensión completa.
Día 7º.
Continuamos ruta girando hacia el este, tras lo que descenderemos por un desfiladero que nos dejará sorprendidos, la Serra do Leba, una gran obra de ingeniería que logró comunicar hace menos de 50 años a Lubango con la costa, a través de un empinado desfiladero.
De las zonas montañosas y con vegetación, poco a poco iremos viendo la transformación del paisaje hacia el desierto.
Nuestro destino es la población de Namibe (pura saudade portuguesa), un enclave que tuvo gran importancia durante la época colonial como pesquería.
Tiene un gran número de edificios de comienzos del siglo XX y es una agradable ciudad de vacaciones “vintage” a la angoleña.
Cena en Restaurante local especializado en marisco y pescado. Alojamiento en hotel IU
Día 8º.
A primera hora comienza la aventura. Habrá que reducir la presión de los neumáticos de los 4×4, para adentrarnos en el desierto del Namib angoleño.
Durante dos noches, nos alojaremos en un curioso establecimiento, el Flamingo Lodge. En realidad es un Fishing Camp dedicado a la pesca deportiva en playa, actividad muy popular entre los sudafricanos.
El lodge está situado sobre una playa desierta de cientos de kilómetros.
Alojamiento en pensión completa, incluyendo aquí las bebidas (cervezas y refrescos)
Día 9º.
Desde el Flamingo Lodge es posible realizar diferentes actividades como la visita al espectacular cañón, repleto de restos fósiles marinos, que recorreremos a pie.
También encontraremos en pleno desierto, la Weltwitchia Mirabilis, una planta prehistórica de más de 2000 años que se encuentra entre las criaturas vivas más antiguas del planeta.
También lo intentaremos con la actividad estrella en el Flamingo Lodge, la pesca con caña que intentaremos en las desiertas playas cercanas.
Y, como no, la otra actividad estrella en el lodge: tomar unas cervezas en su terraza bar sobre el Atlántico.
Día 10º.
En esta peculiar Costa Esqueletos angoleña se suceden increíbles lugares con sus barcos encallados en la playa, ermitas situadas en medio de la nada, la ciudad colonial de Tombua o el espectacular Oasis do Arco…
Por la tarde llegaremos a la gran zona de dunas que llegan hasta el Atlántico, conduciendo en absoluta soledad, ayudados por un guía local.
Esta noche, acamparemos entre las dunas, en una mágica experiencia.
Día 11º.- Día de ruta, aventura y conducción 4×4 por el desierto, atravesando de norte a sur el Parque Nacional de Iona.
Su fauna fue muy diezmada en las últimas décadas, pero todavía nos podremos cruzar con grandes manadas de orix, con gacelas, y con mucha suerte, alguna familia de guepardos.
Acampada. Pensión completa.
Día 12º.
A través de una Angola profunda, llegaremos a la pequeña población de Oncocua, un oasis de relativa civilización. Pero en esta pequeña población comenzaremos a ver individuos de las diferentes tribus que pueblan el área, como los Himba, los Mucahona o los Mutua.
En su mercado, en sus plazas, incluso en sus tiendas la sensación es muy impactante, el encontrarnos con esta gente que mantiene su vestimenta y forma de vida tradicional, mientras se acerca a Oncocua a comprar o realizar trueques de bienes de primera necesidad.
Campamento en el patio de María. Pensión completa.
Estas dos tribus, los Mucahona y los Himba, conviven perfectamente y ambos destacan por sus característicos peinados y abalorios. En el caso de los primeros, logran sus espectaculares tupés, impregnando el cabello con madera seca machacada, mientras las mujeres Himba se untan todo el cuerpo con el Otjize, una mezcla de ocre, grasa animal y determinadas hierbas.
Ambos grupos son de origen Bantú, y su forma de vida es nómada y se dedican al pastoreo y en el caso de los Mucahona a la agricultura de subsistencia.
Los HImba es posible también encontrarlos en Namibia en las orillas del Kunene, pero aquí en Angola están mucho menos acostumbrados a recibir visitas de turistas.
Día 13º.
Acamparemos en los alrededores de un poblado Himba, con la autorización de su jefe, para tener más tiempo y ganar confianza con sus habitantes, que nos permita interactuar con ellos y no ser meros cazadores de fotografías.
Acampada. Pensión completa.
Día 14º.
Abandonamos Angola y cruzamos de nuevo a Namibia, aunque esta vez por el pequeño puesto fronterizo de Ruacana, mucho más laxo que el de Santa Clara.
Llegaremos a Kamanjab, donde nos alojaremos en el Opikopi Rest Camp. Pensión completa.
Aquí tendrá lugar nuestra cena de despedida donde podremos procesar las experiencias vividas en el viaje.
Día 15º.- Llegada a Windhoek a tiempo para tomar el vuelo de regreso hacia Madrid. Día 16º.- Llegada a Madrid.
Fin del viaje.